lunes, 15 de marzo de 2010

PLAZA DE CANTERBURY


Despues de un periodo de inactividad blogera amigos, vuelvo con una historia mas, una historia personal, directa y sincera, una historia como tantas y tantas historias distintas pero iguales en su interior, habran conformado la vida, pasajes, historias y juventud madura de todos vosotros.

La de hoy amigos es una historia que habla de amistad, si, independientemente de todo lo demás, es una historia de amistad verdadera, es tambien, una historia de momentos, de luces y neones, de música, de sonrisas y miradas iluminadas por la luna de la madrugada, es una historia de esas historias que se cuentan en las series televisivas de antes, de esas que te dejan un tenue dulzor en el paladar y unas pocas lagrimas mecidas en el parpado cuando las recuerdas, es una historia de nostalgia, claro que si, de mucha y sana nostalgia, es la historia de un lugar magico para muchos, un lugar que, como digo antes, conformo la vida de una serie de amigos en una ciudad del sur de España.

Hay veces, en las que sin saber ni como ni porque, lugares, establecimientos, situaciones geograficas de distinta índole, unen a personas, unen a personas que debian conocerse de una forma u otra, pero debian conocerse, personas que tal vez estan unidas en la pequeña distancia fisica que les separa, pero separadas por la ideologia de un lugar o la idiosincrasia de una población, personas que comparten gustos mas alla de lo simple de la expresión, que comparten alma podria ser una buena definición, comparten algo tan mágico y místico, como un cruce de miradas, personas que se unen y apoyados unos en otros llenan de momentos, presentes y recuerdos el recipiente de su vida y de sus sueños.
Uno de esos magicos lugares, tal vez creados para una simple transacción comercial hostelera, pero que para muchos, significo algo mucho mas grande que la ganancia monetaria de sus dueños, es "La plaza de Canterbury".
Una plaza conformada en su principio por 4 pubs, de tematica irlandesa, envueltos por la decoracion de una pequeña y coqueta plazuela que bien podria representar la de cualquier pueblo del norte de Europa, sobre piedras y adoquines, portales germanicos, pequeñas ventanas y enredaderas, se creo ese establecimiento, un establecimiento "no al uso", en una ciudad claramente marcada por una diafana y diametralmente opuesta tendencia de gustos hacia el flamenco, y cualquiera de los distintos palos que enmarcan esa opción cultural y musical.

Una plaza que en su principio englobo la diversion nocturna de ya no toda una ciudad, sino me atreveria a decir claramente que la de toda una provincia y tal vez nos quedemos cortos... ya que marcó una época y fue el referente ocioso de toda una generación, una generación que desde los años 96 hasta 2006, marcandolos como los años de mas auge que canterbury tuvo, tomo como referencia sus pórticos de madera enormes, tomo como abrevadero de su diversión las barras de sus 4 pubs, su discoteca y la barra central de la plaza, tomo como club social, las mesas de madera y vidrieras de su interior, y tomo como trabajadores, posteriormente confidentes, y hasta el presente y gracias a Dios, amigos, a todas las estupendas personas que en su dia trabajaron, no ya poniendo copas!, sino disfrutando tambien de magicas tertulias cliente/camarero... que digo cliente/camarero, amigo/amigo.

Un dia mágico abrio sus puertas al público, rodeandose de un lugar excepcional, una decoración sublime, y un magnífico personal, empezó por ser el lugar de reunion de muchas personas que no compartíamos la cuasi obligatoria opción cultural/musical de nuestra ciudad, sino que nos encantaban otras cosas... nos encantaba Irlanda, su musica, su ancestral misterio, su temática, nos encantaba, no tomarnos una copa de fino delante de una muestra de arte flamenco, sino que nos gustaba saborear una pinta de guinnes, al calor de una tenue luz, sobre la ajada madera de una barra, contemplados por fotografias de la vieja Eyre, donde tu charla se confundia con las risas de la tertulia que estaba a tu lado, donde sentarse en la barra al princpio de la noche, escuchar como suena de fondo Cramberryes, u2, The Corrs... o tantos otros, sentir como la pinta de guinnes se posa ante ti y toma su caracteristica separacion entre espuma y liquido, y darle las buenas noches al amigo que te la servia, se convirtio en todo un arte y aun hoy se mantiene, Dios quiera que por muchos años. Poco a poco fue cojiendo fuerza esa opción, ya no era un bar, ni un pub, ni una discoteca, ni un sitio... ya era tu lugar.

Ya era y sigue siendo para muchos de nosotros el lugar donde ir a compartir, a charlar y a reir sanamente, a encontrarte con esos amigos fieles, esos que te hacen recordar a la serie cheer´s, esos que anhelas volver a ver una y otra vez semanalmente para poder contaros, para narrar historias, de aquellos años donde éramos mas jovenes, para hablar de la politica, de la música, de la gastronomia, y sobre todo para recordar tantos y tantos cientos y miles de anecdotas que nos ocurrieron precisamente en ese lugar, donde las volvemos a revivir varios años despues, y para reir unidos por la mágia que tantas y tantas buenas gentes han hecho que ese lugar patente.

Posteriormente se abrio una discoteca "Grafton Street", rememorando el nombre de la mítica calle de Dublin. Y cuantas noches de diversion se han producido, cuantos flashes!, cuantas fotos, guardan nuestros albumes, cuantas sonrisas... risas, carcajadas, cuantos abrazos, cuantos brindis, sentir cada viernes y sabado, el numeroso peregrinar entre alegria y algarabia, por ese camino entre la plaza de toros y la calle zaragoza, para ya desde la lejania, ver la luz de la entrada, la pequeña valla metalica que separaba la enorme cola de personas que aguardaban para entrar, y el porte de sus porteros, amigos tambien, llenos en su mayoria de elegancia, educación, estilo y paciencia.

Fiel reflejo de ellos y como ejemplo, no ya de lo que tiene que ser un jefe de seguridad sino, ejemplo de persona, mi gran amigo Raul, al que le deseo lo mejor, porque personas de tal calibre y categoria son una suerte y un premio haberlas conocido, personas que velaban siempre por la seguridad, aunque durante muchos y muchos años la categoria de la gente que alli nos encontrabamos hacia que lo extraño, muy al contrario de lo que pasa hoy en dia, lo extraño como digo fuese que algo desagradable rompiese la magia y el encanto de la noche.

Existia la educación, el respeto, la cordialidad, la amabilidad incluso embriagados por copas de alcohol, existia la coherencia, el saber que no todo vale, el saber que el ser el mas chulo del lugar no era otra cosa sino una soberana estupidez, donde pelearse con otro no entraba en los planes ni del mas loco, donde era extraño asistir siquiera a un intento de gresca y donde el abrazo ganaba por goleada al insulto, y no fue hace tanto amigos, ya veis como se va deteriorando la sociedad al ritmo que marca el sinverguenza que nos gobierna y sus permisivas leyes para corromper a la juventud, y quitarles la posibilidad de pasar tan mágicos momentos, haciendoles estar mas pendientes que no les estampen hoy en dia una botella en la cabeza, que de ver cuantos amigos estan en el lugar.

Fue nuestro "Estudio 54" particular, la mitica discoteca neoyorkina, un sitio donde el buen rollo reinaba, y la salida nocturna, no era ya una salida nocturna sino la seguridad de entrar como si entrases a tu casa, a ver a tus amigos, siempre alli... fieles, cada dia que abriese, aun se recuerda, pasar y acercarte al guardaropa, tomar la pequeña ficha con el numero donde aguardaba tu abrigo, abrir las puertas de madera, que separaban el guardaropia y una pequeña estancia con bancos, de lo que era la discoteca y sentir ya la musica y el ambiente, ver a lo lejos a tus amigos, y hacer que en ese lugar las horas fuesen segundos, y la noche se confundiese con la mañana, saber que dia tras dia que fueses alli, sabias que compartirias con ellos la noche, bailes y paseos, charlas sentados en sus mesas y con el paso de los años, te das cuenta que ya no solo compartias la noche, sino que sin darnos cuenta, compartiamos mucho mas, esos neones y esos decibelios, esas sonrisas, fragancias de perfume, abrazos, copas, risas y charlas, hicieron que hoy en dia seamos como somos, que hoy en dia, ya algo mas mayores, los recordemos en la nostalgia, cada uno en su casa, unos ya casados, otros solteros, otros con novias y novios, pero todos con la misma luminosidad en la mirada cuando por circunstancia de la vida volvemos a encontrarnos.

Cuantos de vosotros amigos, no habreis tenido, vuestra propia amiga Laura, alocada pero magica a la vez llena de inocencia y con una categoria como persona fuera de lo normal, cuantos habreis tenido como amigos a vuestro Ismael, a vuestro Pedro, cuantas copas os habra puesto vuestro Juanma de turno, o vuestro amigo Antonio que conociendoos desde la infancia tambien compartisteis adolescencia y madurez, cuantos Victor, Perico, Fran, Maria Jose, Rosa, Fany, Manolo, Luis, Carlos, Juan.

Cuantos Manolos y Dani, cuantos habreis compartido sin daros cuenta tertulias y fiestas con tres amigos que tal vez sin haber reparado nunca en ellos y con medias pintas de Guinnes en sus mesas, años despues les conoces y te das cuenta que ellos tambien hacian que el ambiente fuese hogareño y afrutado, como un vino al paladar, y tantos y tantos otros habran compartido con todos y cada uno de vosotros momentos magicos y especiales, de esos que siempre estaran en el universo de vuestros recuerdos, cuantos encargados como mi buen amigo Roberto, Ale, Isaac, han hecho que todo fuese sobre ruedas para que tambien las noches fuesen tan mágicas como fueron.

Quien no habra tenido alguna prima Laura, cuyo paso de la minoria de edad a la mayoria lo comenzo en ese mágico sitio un 27 de Diciembre, y que tantas y tantas noches vivio tambien influida por el buen ambiente y lo agradable del lugar, y desde aqui tambien una mención especial para tantos y tantos camareros/amigos que pusieron copas, tanto en Grafton como en O´donaghue´s como Juanma, Montse, Leyre, Cecilia, Rober, David, Fran, Rubio, Berry, Alejandra, y ahora en la actualidad, Armario, Alicia, Sandra, Willy y Raul y tantos y tantos otros que fueron y seran.

Y sobre todo una mencion especial a dos personas a quien conoci en O'donaghue´s, uno de los mas añejos pubs de Plaza de Canterbury y para mi el mejor pub de la provincia, tal vez el exponente junto a Grafton, mas signficativo de la magia que os comento, mi gran amigo Antonio y su novia Yolanda, cuantas tertulias y charlas hasta altas horas de la madrugada, amparados por la magia de O´donaghue´s, embriagados por su luz, por lo añejo de su barra, por la mistica de su decoración, por lo etéreo de su historia, cuantas sonrisas y conversaciones, descubriendo cosas unos de los otros, y experimentando esa sensación enigmática de compartir algo que va mas alla de lo físico y de lo superficial, cuantas charlas Antonio y Yoli, cinceladas en la bruma de la noche, al ritmo de un bodhrán cuando tocaba, o con la dulzura mistica de un arpa, en la voz de Lorenna Mackennit, o cuantas miradas al estruendo de una gaita escocesa, contandonos nuestra historia, y compartiendo nuestra amistad, dos personas que hacen, que haber ido y haber abierto las puertas del pub donde ellos trabajaban un dia, sea equiparable a haber comprado el boleto premiado de la mejor de las loterias.

Existe una cancion de la cantante Dido, que se titula "Grafton Street", y que bien pudiese haber sido un homenaje no ya a la mitica calle Irlandesa, sino a su referente mucho mas cercano a nosotros que hoy en dia tiene cerradas sus puertas.

El final de esa cancion cuenta y dice asi...

NADA QUEDA QUE SEA SEGURO AHORA
NADA TE TRAERA A CASA
NADA NOS PUEDE TRAER LA PAZ QUE UN DIA TUVIMOS EN LA CALLE GRAFTON....

1 comentario:

Unknown dijo...

Amigo Victor,se nos ha caido las lágrimas al leer esa peazo de "alegoria" del Canterbury.
Muchas gracias por tus comentarios y aqui tendras siempre a un rubio y una pelirroja con los que podrás contar.
Antonio y Yoli