jueves, 12 de febrero de 2009

CASTELNUOVO


Castelnuovo, actual Herzeg Novi en Montenegro, aun resuenan entre sus muros y surcando sus nieblas matinales, la hazaña de unos Españoles en aquel verano del año 1539.

Flacos de memoria como siempre, este país ha desterrado al olvido a tántos y tántos héroes, a tántos y tántos hombres, que entregaron su vida por España, por sus ideales, por su honor y su deber. Como no se van a desterrar al olvido, si, pongámosle el adjetivo que se quiera, todo el que se le ponga sera uno de los que adolece la actual sociedad.

Y nuestros actuales gobernantes, continúan queriendo borrar de la historia, toda hazaña, gesta o proeza cuasi sobrehumana que no solo se realizo, sino que para quienes las escuchen y aprendan, significa que conlleve a darle a España, a darle a este país la grandeza que se forjo durante siglos. Y que le pese a quien le pese se logro y se reconoció en todo el mundo, aunque ellos ahora quieran hacer de este país un contubernio de libertinaje, falta de respeto, educación, nobleza, dignidad, disciplina y moral.

Quiero amigos hacer desde este humilde blog un homenaje a todos aquellos que como digo dieron su vida por este País, para que se les reconozca su valía y su coraje y para que no queden en el olvido, luchemos todos por recordarles y por enseñar a los niños, a la infancia, contarles que son, de donde son y de que extraordinaria estirpe provienen, pongamos todos ese granito de arena que haga que la actual enseñanza en este país y su malévolo intento de borrar todo lo que en su día fue la mayor potencia del mundo, quede en eso mismo en un intento de unos pocos desgraciados, y cada uno de los futuros infantes de este país sepa que fue España.

Tras el fallido asedio turco de Viena en 1529 y la invasión de Austria por parte de los otomanos en 1532, los protestantes decidieron aparcar por un momento sus diferencias con Carlos V, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, y hacer la guerra contra el enemigo común en Centroeuropa, al que se consiguió expulsar hacia sus bases en Hungría.

La amenaza turca quedó así conjurada en tierra, pero en el Mediterráneo la gran flota turco-argelina de Jereidin Barbarroja seguía representando un gran peligro para las naves y puertos cristianos. En 1535 la flota hispano-genovesa de Álvaro de Bazán y Andrea Doria consiguió reconquistar Túnez al propio Barbarroja, poniendo en entredicho el poder otomano. Tres años después el Emperador, la República de Venecia, el Papa Pablo III y el Archiduque Fernando de Austria formaron la Santa Liga con el fin de atacar a los otomanos en ese momento clave, destruir la flota turco-berberisca e incluso capturar Constantinopla.

Andrea Doria fue nombrado responsable de la flota aliada y Ferrante Gonzaga, virrey de Sicilia, de las operaciones terrestres en los Balcanes. Sin embargo, los sueños de destruir a los otomanos comenzaron a alejarse muy pronto al reunirse sólo 130 naves (aproximadamente las mismas que los turcos tenían entonces en el Mediterráneo) y no las 200 acordadas. Paralelamente, se extendió la discordia entre los jefes de la Santa Liga; los italianos, que aportaban más naves (aunque muchos menos hombres) recelaban de los españoles que componían la mayor parte de la tropa y ocupaban los mandos superiores, Francia amenazaba de nuevo con reanudar la guerra con el Imperio y las propias Cortes de Castilla se negaron a apoyar una empresa que se veía lejana y poco lucrativa.

Estas discordias tuvieron tal efecto que cuando Barbarroja fue cercado en el Golfo de Artá por los cristianos, éste pudo escapar de una destrucción que parecía garantizada sin sufrir daño alguno, perdiéndose una oportunidad única. Aún así los tercios españoles, apoyados por refuerzos venecianos, decidieron pasar a la acción entablando batalla en tierra y capturaron con éxito la estratégica fortaleza de Castelnuovo, en la abrupta costa dálmata. Fernando de Austria incluso se permitió entonces negarse a seguir pagando tributo al sultán de Constantinopla, como se había visto obligado a hacer tras el asedio de Viena. No obstante, en lugar de contribuir a la unidad de la Liga, esta victoria no hizo sino despedazarla aún más.

Los venecianos reclamaron de inmediato la cesión de la fortaleza, situada entre sus enclaves de Ragusa y Cattaro e imprescindible para garantizar su dominio sobre el Adriático, pero por razones que aún no se explican los historiadores, Carlos V se negó a ceder la posición. A resultas de ello los venecianos rompieron su alianza con éste, precipitando la disolución de la liga y retirando sus naves a las que siguieron las del Papa.

Castelnuovo quedó entonces defendida por apenas 3.000 hombres del tercio de Nápoles bajo el mando de Andrés de Sarmiento y con la única ayuda de las 49 naves de Doria para abastecerla y defenderla de las 200 que podían reunir los musulmanes. Esta brutal diferencia, unida a las nuevas presiones francesas, llevaron a Doria a no arriesgarse y retirar todos sus barcos de la zona. Los defensores quedaron entonces aislados de forma completa, ante la pasividad de los venecianos y sus propios superiores en Italia.
En julio de 1539 Barbarroja dispuso los preparativos para asediar la fortaleza tanto en tierra como en el mar. La flota turco-berberisca que bloqueó el acceso desde el mar estaba al mando del propio Barbarroja y se componía de 130 galeras y 70 galeotas auxiliares tripuladas por 20.000 marinos veteranos. Mientras tanto, un ejército de 30.000 hombres dirigidos por el Ulema de Bosnia se desplegó en tierra

El resultado fue que la guarnición se encontró sola y sin posibilidad de recibir aprovisionamiento de ninguna clase.
Parece ser que en los primeros momentos, los turcos estuvieron ocupados en ir estrechando el cerco sobre la plaza con objeto de impedir a sus defensores que pudieran recibir socorro por ningún sitio.
Después buscaron asentamientos para emplazar ventajosamente su potente artillería de sitio en lugares estratégicos desde los cuales poder batir sin apenas oposición las defensas del castillo.

A pesar de la enorme superioridad de Barbarroja y su ejercito, y de que los Españoles no disponian ni siquiera de abastecimiento de alimentos frescos, los primeros asaltos musulmanes fueron un fracaso. Barbarroja ante la magnitud de sus perdidas humanas frente a la gallardia de los Españoles en tan infimas condiciones, opto por ofrecer un honroso rendimiento a los hombres de Sarmiento, a lo que este, respondio cual Leonidas Rey de Esparta respondio a Jerjes emperador Persa al ofrecerles deponer sus armas, Molon Labe respondio Leonidas (Ven tu a por ellas), Don Andres De Sarmiento, alzo su voz, gallarda, recta, firme, exhalo al calido viento de la costa Dalmata en ese verano de 1539, encendio en sus pupilas la llama de la valentia Española y dijo por todos ellos, por su pais, por su Rey y por ende, por todos nosotros, VENID CUANDO QUERAIS A POR ELLAS.

Barbarroja decidió entonces recurrir a la artillería, que había ordenado desplegar en lugares estratégicos durante las negociaciones. Durante varios días los gigantescos cañones turcos bombardearon la plaza, como años atrás lo habían hecho con las mucho más resistentes murallas de Constantinopla o Viena, pero ni siquiera cuando las estructuras defensivas se desmoronaron y los defensores quedaron reducidos a sólo 600 hombres se rindieron.

Muy al contrario, cuando los turcos asaltaron las ruinas, los hombres de Sarmiento se batieron a sangre y espada contra todos ellos, hombro con hombro, espalda con espalda con sus hermanos Españoles y les obligaron de nuevo a retirarse, cayendo un gran numero de hombres en ambos bandos.

Se dice que el médico de las tropas Españolas en esos últimos estertores de la épica batalla entró en el aposento destinado a improvisada clínica y vio que todos los heridos, moribundos, con heridas mortales, miembros amputados, deshidratados y sin alimentación, habían levantado todos, empuñado sus maltrechas armas y se habían unido de nuevo a la lucha contra los musulmanes.
Sarmiento y sus capitanes perecieron en el posterior combate, entre ruinas, hombro con hombro y espantando a las tropas musulmanas ante tan magna gallardía y valentía, el resto de los supervivientes fueron echos prisioneros y algunos ejecutados allí mismo, como un valeroso guipuzcoano al cual barbarroja le ofreció capitanear uno de sus barcos, y el rechazo tal ofrecimiento puesto que nunca gobernaría otra nave que no sirviese a su Rey y a su España, ante esa negativa barbarroja lo decapitó allí mismo.
Ya veis amigos Andaluces, Vascos, Catalanes, todos unidos como hermanos por el amor y respeto a su patria que no es otra sino ESPAÑA.

Según los historiadores que hemos consultado, casi todos los soldados de la guarnición murieron defendiendo el castillo, otros fueron ejecutados allí mismo a manos de los turcos y el resto fueron llevados prisioneros a Constantinopla como botín de guerra.
Es posible que su sacrificio fuera estéril, pero con su comportamiento dieron un ejemplo más al mundo de lo que es el cumplimiento del deber, el amor a la patria, el honor del militar, que prefiere morir antes que abandonar una fortaleza que se le ha confiado para defenderla hasta la muerte.
Sería exagerado por nuestra parte comparar esta extraordinaria gesta con el holocausto de Numancia o Sagunto, pero hay que reconocer que existe una cierta similitud entre ambos acontecimientos; pues en los tres casos se manifestó la más indomable bravura y la más extraordinaria manifestación del sacrificio y heroísmo como valores eternos propios de los hombres y mujeres de todos los tiempos del pueblo español.

Como vemos amigos y como podemos comprobar puesto que la historia nos lo demuestra, esto somos los Españoles, esto y no lo que los miserables degenerados que campan hoy en día por nuestra patria quieren hacer de nosotros, un hazmereir publico y mundial disgregado, separado, odiándonos entre nosotros mismos y faltos de la mas mínima creencia, fe y orgullo de patria.

Quiero abrir a colación de este tema que nos ocupa hoy, un par de apartados excepcionales como ejemplo también de la bravura, y de la diginidad extrema de algunos hombres y mujeres de nuestro país.

El primero de ellos esta reservado a una gente indómita, valerosa y gallarda hasta limites insospechados, bélica y temida en todo el Norte de España y en toda Europa, unas gentes que prefirieron el suicidio y la muerte entre ellos, entre padres, hijos y hermanos, antes que claudicar frente al yugo romano, gentes que llevaron y llevan el nombre de España grabado a fuego en sus corazones, gente por las que aun corre ese flujo de pura sangre que les llevo a gestas inconmensurables para la historia.

LOS CÁNTABROS, gentes que aun hoy en día cuesta encontrar libros donde cuenten sus hazañas y hablen de ellos, puesto que nos encontramos amigos en un país donde esa gente esta aislada a un segundo plano, la verdadera gente que lucho por que España sea España esta en un segundo plano, mientras que el top del marketing, zafio y rufián, el top de la publicidad gratuita, los que llevan el cartel de valerosos, hombretones, nobles, valientes, gallardos, que lo fueron sin duda alguna pero para el servicio de España en ciertas epocas, los que van por España diciendo ojito eh que somos los que somos, esos que, gracias la complicidad de muchos gobiernos, van de lo que no son, y que no dudaron en su momento, en, como se dice vulgarmente "bajarse los pantalones" cuando llegaron los romanos y rendirse sin lucha alguna, mientras otros, los de antes, los cántabros, y Astures luchaban por España y por su libertad, verdadera libertad y no como hoy en día libertinaje.
Guerreros como el temido Corocotta, del que se dice, se presentó ante los romanos para cobrar la recompensa de 250.000 sextercios que pesaba sobre su cabeza. Ante este gesto tan audaz, el emperador le dejó marchar libre.
Va por ellos también, por todas las gentes que con su bravura lucharon contra los que intentaban saquear España.
El poeta Horacio escribió un verso famoso al respecto: "Can- tabrum indoctum iuga ferre nostra", que significa "El cántabro, no enseñado a llevar nuestro yugo". Va por vosotros también valerosos hermanos.

Hermanos como los JEREZANOS cuyo valor y coraje en la batalla y defensa de su tierra frente a los invasores fuesen Ingleses o Arabes, queda ocultado por la fanfarria y pandereta que hoy en dia hacen que solo se mire el folclore barato y burdo de una tierra.

Leyendas y batallas épicas que quedan ocultas bajo el yugo dictatorial de gobierno tras gobierno que prefiere venderse barato a los nacionalistas miserables de hoy en día antes que levantar el puño y gritar de donde somos y hacer saber al mundo entero quienes son nuestros antepasados, y enseñarlo en las escuelas y ponerle especial enfasis en que se sientan orgullosos de ser Españoles, de una tierra guerrera y luchadora por su libertad y por su dignidad, enseñar lo que hicieron por todos nosotros y que respeto le debemos, salvaguardando la unidad de nuestro país, mínimo respeto que les debemos por todos los que lucharon entregando sus vidas.

Batallas epicas como la Batalla del Salado donde el rey de Marruecos con gran ejército pasó a España (Castilla) y asentó su ejército sobre Tarifa y comenzó con grandes máquinas de guerra a combatir los muros de la ciudad de Tarifa. La resistencia de la ciudad (entre ella muchos Xerezanos que habían cabalgado toda la noche ante la llamada desesperada de sus habitantes) permite armarse al, por entonces, rey de Castilla Don Alfonso. Con 8.000 hombres a caballo y 12.000 a pie encaró el último camino hacia tarifa donde se esperaba el rey de Marruecos con 60.000 hombres sometiendo la plaza.

Aun así los Jerezanos viendo el campo de batalla lleno de moros a caballo y a pie hasta donde les alcanzaba la vista, tomaron el arrojo de lanzarse contra ellos, empujando y muriendo bajo sus lanzas por su tierra, por su libertad, por su España, narrando la batalla desde el momento en que amaneció el día de la batalla y tras escuchar la misa y comulgar, como era de rigor entre hombre donde la vida y la muerte podían confundirse en el campo de batalla, llegaron al Salado. Cuando miraron, más allá del río, descubrieron todo aquel campo cubierto de moros a pie y a caballo. Había llegado el momento de batirse con el enemigo y los Xerezanos se encontraban en la vanguardia (con Lorenzo Fernández Villavicencio de capitán y Alonso Fernández Valdespino como Alférez) del ejército de Castilla. La marcha llegó hasta el vado del río donde se hizo un alto por la muchedumbre que esperaba más allá del río insultando y lanzando toda clase de objetos contundentes. Había que cruzar el río para poder comenzar la batalla del río que separaba dos ejércitos, El Salado.
Tres caballeros de Xerez con más arrojo que cabeza intentaron cruzar el río pereciendo entre innumerables lanzas y espadas enemigas sin que el socorro llegase a tiempo para evitarlo. Luego fueron otros caballeros castellanos los que, siguiendo el ejemplo de los jerezanos, pudieron avanzar más allá de la otra orilla y asegurar el paso a los otros cristianos. La batalla había comenzado. Aquí valdría la expresión tan utilizada en nuestra época de "Batalla campal"... por sobrevivir y vivir en libertad.
Viendo que la batalla estaba librándose a campo abierto por ambos contendientes los caballeros xerezanos dijeron a los de Lorca que sería buena ocasión para juntarse y emprender una heroica hazaña. Los de Lorca respondieron entre lanzada y espadazo que éste era día de hacer una cosa señalada en que se conociese en la historia y el Capitán de Xerez viendo el pendón de Villamarín (pendón real del rey de Marruecos) dijo al capitán de Lorca "Hora, señor es, pues tanta gente tenéis, de acometer aquestos perros, y hacer una hazaña digna de memoria. ¿Veis allí en medio de la hueste levantado el pendón de Albohacen? Rompamos por medio de esta gente y derribémoslo o tomémoslo".
Con su capitán Fernández de Villavicencio a la cabeza y seguidos por la gente de Xerez y Lorca rompieron entre los moros y pasaron las batallas y no pararon hasta que llegaron a la seña y la derribaron.

Y no podíamos pasar sin hacer otro aparte para tal vez el mayor héroe Español de todos los tiempos, DON BLAS DE LEZO Y OLAVARRIETA nació en Pasajes (Guipúzcoa, España) el 3 de febrero de 1689. Pertenecía a una familia con ilustres marinos entre sus antepasados, en un pueblo prácticamente dedicado en exclusiva a la mar. Se educó en un colegio de Francia y salió de él en 1701, para embarcar en la escuadra francesa. Luis XIV había ordenado que hubiese el mayor intercambio posible de oficiales entre los ejércitos y las escuadras de España y Francia. Con apenas 12 años (1701), se enrola como guardiamarina al servicio del conde de Toulouse, Alejandro de Borbón, hijo de Luis XIV. Se integró en la armada francesa, en ese momento aliada de España en la Guerra de Sucesión, que acaba de empezar, al morir Carlos II sin descendencia.

Blas de Lezo participo en diversas batallas, mostrando un coraje indómito y una maestria en la navegación y en las tácticas de combate marítimo que hoy en día siguen considerándose en el mundo como tal vez de los mejores estrategas que han existido El rey le ascendió en 1734 a teniente general de la Armada. Regresó a América con los navíos Fuerte y Conquistador en 1737 como comandante general de Cartagena de Indias, plaza que tuvo que defender de un sitio (1741) al que la había sometido el ataque del almirante inglés Edward Vernon. La excusa de los ingleses para iniciar un conflicto con España fue el apresamiento de un barco corsario comandado por Robert Jenkins cerca de la costa de Florida. El capitán de navío Julio León Fandiño apresó el barco corsario, y cortó la oreja de su capitán al tiempo que le decía (según el testimonio del inglés): «Ve y dile a tu rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve.». A la sazón, el tráfico de ultramar español se veía constantemente entorpecido e interrumpido por los piratas ingleses. En su comparecencia ante la Cámara de los Lores, Jenkins denunció el caso con la oreja en la mano, de ahí que los ingleses conozcan el conflicto como «Guerra de la oreja de Jenkins».
Vernon estaba envalentonado tras el saqueo de la mal guarnecida plaza de Portobelo (Panamá), y el inglés desafió a Lezo, a lo que el marino español contestó: «Si hubiera estado yo en Portobelo, no hubiera su Merced insultado impunemente las plazas del Rey mi Señor, porque el ánimo que faltó a los de Portobelo me hubiera sobrado para contener su cobardía».

Blas de Lezo con unos pocos barcos defendio Cartagena de Indias provocandole a la armada Inglesa la mayor derrota que ejercito alguno ha inflingido a otro, habiendo tanta diferencia entre el potencial armamentistico de ambos, con sólo seis navíos y 2.830 hombres, y mucha imaginación, Blas de Lezo derrotó a Vernon, que traía 180 navíos y casi 25.000 hombres. Derrota ocultada como no por los Ingleses, puesto que no solo fue una derrota a su armada, sino a su honor y a su dignidad y prepotencia, a su ego, vencido por el tal vez mejor marino de todos los tiempos Don Blas de Lezo y Olavarrieta.
Verguenza debiera darnos como Españoles permitir, que tanto a Don Blas de Lezo, como a Don Gonzalo Fernandez de Cordoba "El Gran Capitan" se les conozca mas en Estados Unidos por ejemplo como los mejores o de los mejores militares de la historia y aqui en España no se sepa gracias al "magnifico" sistema educativo que tenemos ni quienes eran.
Su memoria es honrada por la Armada Española, donde su nombre se recuerda con el mayor honor que puede rendirse a un marino español,
Existe una placa en su honor en el Panteón de Marinos Ilustres en San Fernando (Cádiz) donde reposan Héroes de la Real Armada Española.

Hagamos como siempre amigos, un llamamiento a la buena gente, un llamamiento a la cordura y a la dignidad en contraposicion a lo que hoy en dia campa en nuestro país, hagamos una oda a todos esos héroes, a todas esas gentes indómitas, hombres y mujeres, andaluces, vascos, cántabros, catalanes, castellanos y de todas las regiones de este gran país llamado España, que durante siglos y siglos lucharon hombro con hombro, por mantener una libertad y un honor que aun hoy perdura, incluso con el gobierno que tenemos, hombres y mujeres unidos y no separados, vascos, catalanes y andaluces, unidos y no separados, como podemos observar amigo la amalgama de ser una nacion, une, y lo que quieren hacernos hoy en dia es disgregar ese sentimiento de nacion y asi que nadie este unido, porque bien saben esos miserables y malvados que con un país unido nunca podrian reirse de nosotros como lo estan haciendo.

Nosotros recordamos Castelnuovo

La composición del Tercio de Castelnuovo, creado "ad hoc" para la defensa de la plaza, lo formaban 12 Compañías de Infantería española de 300 hombres cada una, de los siguientes Capitanes:

1.- Maestre de Campo Francisco Sarmiento de Mendoza y Manuel.
2.- Machín de Munguía y Millán, Antiguo Capitán del Tercio de Málaga, Niza, Garcilaso o Vargas, que por todos dichos nombres fue conocido en su corta vida.
3.- Luis de Haro, que había sucedido en la Compañía de Pedro de Vijea, del Tercio de Málaga.
4.- Juan Vizcaíno y Mendoza, formada con parte de los reformados de Lombardía en agosto de 1538.
5.- Pedro Silva, formada con los reformados de Lombardía en 1538.
6.- Sancho de Frías, formada con los reformados de Lombardía en 1538.
7.- Juan Pérez de Zambrana, nacido en Borgoña (Franco Condado), Antiguo Capitán del Tercio de Málaga.
8.- Luis Cimbrón o Zimbrón, abulense, Antiguo Capitán del Tercio de Málaga y padre de Toribio Cimbrón, que también sería Capitán con el Duque de Alba en Flandes. Murió en Castelnuovo, dándose su Compañía a Francisco de Olivera, natural de Mondéjar, que cayó prisionero y fue cautivo. Fue de los que consiguió escapar en la galeota turca de la que se apoderó el baezano Juan Periche de Cabrera en 1546.
9.- Domingo de Arriarán, Antiguo Capitán del "Tercio del Reyno" o de Nápoles, reformado disciplinariamente en Lombardía en agosto de 1538. Su Compañía se salvó de la disolución por no hallarse culpado en los fraudes reiterados cometidos por los demás Capitanes de su Tercio, excepción que también alcanzó al Conde della Novellara, napolitano, que fue destinado con la suya al de Lombardía.
10.- Pedro Ruiz Gallego, que sucedió en la Compañía de Luis de Alcocer, formada con los reformados de Lombardia en 1538, al obtener éste licencia para regresar a España.
11.- Juan Pérez de Bocanegra, Antiguo Capitán del Tercio de Málaga. Murió el 25.X.1538 en la primera escaramuza ante Castelnuovo y se dio su Compañía a Pedro de Sotomayor.
12.- Jaime de Marquesa o Marquina, también preso y cautivo, fue otro de los que consiguió escapar con Periche de Cabrera. Aun no he establecido plenamente su identidad dado que en algunas muestras aparece como Marquesa, pero en la amplia relación sobre su huída de Constantinopla consta inequívocamente como Marquina.

El 22 de junio de 1545, entró en el puerto de Mesina una galeota de la que desembarcaron un grupo de prisioneros escapados de las prisiones de Constantinopla. Entre ellos había veinticinco supervivientes de Castelnuovo:
Luis de Godoy,
Castellano de la ciudad,
Juanes de Joya,
CapitánJuan Milló,
AlférezSalazar,
SargentoDiego de Quiñones
Martín de Alarcón
Diego de Alarcón
Antonio de Quesada
Andrónico de Espinosa
Domingo de Cádiz
Juan de Andujar
Francisco de Baeza
Juan de Illanes
Juan de Madrid
Juan Catalán
Jaime Mallorquín
Pedro de Tarragona
Hernán Carrillo
FelicheHurtado
MontillaCabrera
VillagómezMendoza
Andrés.
La defensa de Castelnuovo fue cantada por poetas y alabada por toda Europa. Los soldados que participaron en este desigual combate fueron comparados con héroes mitológicos o de la historia clásica y dándolos ya por inmortales ya que la magnitud de la hazaña hacía imposible que se olvidaran de ellos.

«A los huesos de los españoles muertos en Castelnuovo»Héroes gloriosos, pues el cielo os dio más parte que os negó la tierra, bien es que por trofeo de tanta guerra se muestren vuestros huesos por el suelo. Si justo es desear, si honesto celo en valeroso corazón se encierra, ya me parece ver, o que sea tierra por vos la Hesperia nuestra, o se alce a vuelo. No por vengaros, no, que no dejaste a los vivos gozar de tanta gloria, que envuelta en vuestra sangre la llevaste; Sino para probar que la memoria de la dichosa muerte que alcanzaste, se debe envidiar más que la victoria.

Muchas frases históricas han hecho gala de lo que han sido los Españoles y de lo que es España, muchas de ellas las podemos encontrar en una magnífica página que es HERENCIA ESPAÑOLA a la que os brindo la invitación a que entreis y aprendamos todos de la historia de esta nación, de todas esas frases nos quedamos con una que resume en mucho todo el espíritu de Castelnuovo.

TU REGERE IMPERIO FLUCTUS HISPANE MEMENTO"
Acuérdate España que tú registe el Imperio de los mares"