martes, 2 de diciembre de 2008

LA ISLA DE LA LUZ





Todos solemos tener conformada nuestra vida en pasajes. Pasajes bellos, dolorosos, alegres, tristes, melancólicos, efusivos, en fin de mil y una connotaciones, de mil y un sentimientos al fin y al cabo todas las situaciones te impregnan el alma de un sutil color que no es otro sino el color de tu ser, el color de tu vida, de tus recuerdos, ya que como dijo el maestro Garcia Márquez, la vida no es la que vivimos, sino la que recordamos, a colación de esto, he titulado esta entrada LA ISLA DE LA LUZ, porque esa isla también llamada IBIZA, conformo gran parte de mi ser.

Pase allí 6 años que con la intensidad que corrieron bien podrían haber sido 60, ya que abasteció mis recuerdos de millones de pequeños trazos de colores, de un color tan bello como el azul turquesa de sus aguas con un brillo tan lumínico y tan divino como el atardecer de su sol en San Antonio, o como el alba de su amanecer en Cala Conta, con una energía tal como lo que es, una magnética, preciosa, mágica y celestial isla, mecida por las olas del mediterráneo, y bañada por el sol y la luna, acunada en el regazo del universo que la contempla, y aguantando, bien lo saben los lugareños, a los que tanto admiro y tantísimo cariño guardo, una fama, que si bien en ciertas parcelas es totalmente real como es la parcela de la fiesta continua, cuando te adentras en profundidad a vivir de verdad Ibiza, te das cuenta que esa parcela tan mencionada, publicitada y conocida, es una parcela minúscula e insignificante que oculta tras de si uno de los lugares mas mágicos y bellos del planeta.

IBIZA, esa pequeña, en dimensiones, pero enorme en magia, sirena del mediterráneo, situada a 77 km al este de la península, 140 km al suroeste de mallorca, y al norte de la de formentera, esa pequeña luz que alumbra y alumbro durante siglos a millones de personas que a veces sin saber ni como ni porque desembarcaron en sus playas.









Provenientes de mil y un lugares diferentes, en su mayoría y también porque no decirlo, buscando fiesta, buscando desenfreno y buscando ocio, y en la mayoría de los casos encontrando un tesoro enorme, encontrando paz, luz, espiritualidad, amistades verdaderas, encontrando momentos mágicos llenos de silencio y contemplación, muy distantes de la tan manida y tan reiterada fiesta, encontrando sosiego en su interior, encontrando pasajes mágicos, caminos pedregosos llenos de historia y de sentimientos, playas únicas, pequeñas, coquetas y evocadoras donde una noche de verano incluso con la isla repleta de turistas puedes encontrarte perfectamente solo en sus orillas, caminando bajo la luna mas bella que contemple tierra, amanecer observando un espectáculo inigualable como es su luz de la mañana, viendo como se alza ante tus ojos el astro rey, y derrama su bella lumínica sobre sus aguas, cual manto de nuestra madre María, se derramo a los pies de nuestro Señor Jesús cuando se arrodillo ante el, camino del calvario en su tercera caída, algo tan profundo que te llama a tu ser, que te evoca recuerdos, vivencias de tu niñez, que te retrotrae a los años donde la inocencia a veces tan marchita y perdida, era tu luz, tus juegos, tu magia, años donde el simple cuento de tu abuelo sobre un supuesto duendecillo que aguardaba escondido el momento en que te fueses a la cama para poner bajo el árbol tus tan ansiados regalos siguiendo las ordenes de los reyes magos, que en su día se arrodillaron y colmaron de regalos a Jesús en su nacimiento en una pobre y fría cueva de Belén, pero llena de la luz mas grande que el mundo pudiese contemplar como es la Luz del Hijo de Dios, te suponía una magia tan verdadera, profunda, y llena de felicidad, como hoy en día no podrían ocupar ni un millón de play station.

Como digo amigos, un lugar al que os insto a visitar, pero alejándose de la fiesta, alejándose de lo terrenal, de lo material, de la felicidad efímera, del placer carnal desmedido y lleno luego de tanto vacío, viviendo también su noche, claro que si porque no, viviendo su fiesta también pero con respeto, con bondad, y sabiendo que no es sino un pequeño adorno de la gran joya que visitas, visitándola como lo que es, un mágico lugar, un lugar mas propio del paraíso que de este planeta, un lugar lleno de encanto y misterios, leyendas y mitos, cuentos y parábolas, luz de día y de noche, del sol y de la luna, de sus aguas cristalinas y del fulgor de sus arenas, visitándola y conociendo a sus gentes, maravillosas y hospitalarias gentes que tanto me dieron y de las que tanto aprendí.




Aprendiendo y preguntando, adentrate con todo el respeto que un ser humano pueda ofrecer, en sus caminos olvidados, en sus pequeñas calas y playas, en sus montañas, en su historia y costumbres, conociendo a gentes como las que yo conocí, aprendiendo de amigos como mi buen amigo el periodista Ibicenco Josep Riera, magnifico escritor y probablemente uno de los mayores conocedores de leyendas y magia de Ibiza y mejor persona, al que desde aquí le mando un fortísimo abrazo, esperando tener algún día el honor de recibirle en este site que no es otra cosa sino un lugar de encuentro para amigos, y esperando que todos aprendamos con alguno de sus comentarios en este humilde blog, como digo amigos ayudémos en estos momentos donde la depravación general y la falta de valores e ideas marginan al mundo, ayudemos a esos lugares mágicos, ayudemos a Ibiza no dejando que la conviertan sólo en un lugar para fiesteros adolescentes, que a veces maltratan, ensucian, y no respetan el sitio tan mágico donde están, que no se convierta como algunos la utilizan en lugar para hacer la foto al famoso de turno, al materialista de turno, al que con su maldad y su cinismo hace que hoy nuestro país este como esta, posiblemente gracias a sus campañas a favor de quienes les llenan los bolsillos, a esos miserables que intentan hacer ver que Ibiza solo es eso un lugar de fiesta y desenfreno, solo buscando el consumo de drogas, la fiesta y lo material, ayudemos llenando la isla de gente de bien y en busca de lo etéreo y de esa bruma de misterio, de ese velo de magia que la inunda, buscando como digo todo lo verdadero que tiene que es una barbaridad, buscando conocer y buscando encontrarnos a nosotros mismo, buscando que ese lugar tan bello y mágico, te sonría, como nos sonrió a muchos, te abrace con su dulzura y su magia, y llene tu vida de recuerdos y de alegría, de risas, de miles de miradas llenas de una fuerza y una hermandad verdadera que aun hoy años después hace que te invada la nostalgia, de miles de rostros con los que compartístes un día bajo un sol radiante y esplendido, la experiencia que cambio la vida de millones de personas que pueblan el mundo y sentir que estas unido a ellas, que todos los que contemplamos la magia de ibiza y fuimos admitidas por ella compartimos esos momentos en los que independientemente del lugar del mundo en que se encuentren, todos sonreímos y humedecemos nuestros ojos con su recuerdo, ya que Ibiza no es un lugar de medias tintas, y se dice que o te enamora o simplemente no es tu lugar, o bien no has sabido encontrarla, porque es algo tan grande y mágico que ella, Ibiza, nuestra madre tierra, te llama, te encuentra y una vez que te encuentra y te abraza no te abandona nunca.


Hagamos como digo desde aquí un llamamiento a conocer en verdad, a saber proteger nuestros lugares mágicos y bellos, y a dejarse enamorar por ese bosque de magia, por ese regazo de ternura y bondad, por ese misterio eterno y maravilloso, por esa parcela de luz y de belleza que es Ibiza.

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